Esta huelga agrava la presión sobre una cadena de suministro ya afectada por el colapso en las principales rutas marítimas globales.
La reciente huelga indefinida de los estibadores en la costa este de EE.UU. amenaza con generar una crisis logística global. Con más de 45.000 trabajadores en 36 puertos exigiendo un aumento salarial del 77% y el fin de la automatización portuaria, la industria naviera y los operadores ofrecen solo un 50%. Este paro, el primero desde 1977, podría costar miles de millones de dólares a la economía estadounidense cada semana, afectando las exportaciones agrícolas y productos clave como plátanos y chocolate.
Demandas salariales y riesgos de la automatización
La diferencia salarial entre los estibadores de las costas este y oeste ha sido un punto clave en el conflicto. Mientras que los estibadores del este ganan hasta 39 dólares por hora, sus homólogos en el oeste alcanzan los 54,85 dólares, lo que crea una profunda desigualdad. La Alianza Marítima de EE.UU. ha prometido mejoras en los planes de jubilación y seguros médicos, pero la demanda de detener la automatización sigue siendo un desafío. Los estibadores aseguran que esta tecnología amenaza miles de empleos.
Impacto económico y cadena de suministros en riesgo
La consultora J.P. Morgan estima que la huelga podría generar pérdidas de hasta 4.500 millones de dólares por día. Los puertos de la costa este gestionan gran parte de las exportaciones agrícolas y productos esenciales. Esto sumaría presiones adicionales a una cadena de suministros global ya debilitada por la pandemia. Además, se teme que los costos logísticos se disparen y afecten los precios de las mercancías durante la crucial temporada navideña.
Repercusiones políticas y posibles soluciones
En un contexto de elecciones presidenciales, la huelga se presenta como un desafío para la administración de Joe Biden. A pesar de tener la opción de invocar la Ley Taft-Hartley para suspender la huelga por 80 días, Biden ha optado por no intervenir, defendiendo la negociación colectiva. Sin embargo, la presión política podría aumentar si la huelga persiste y afecta negativamente la economía y las importaciones clave.
Esta huelga podría prolongarse indefinidamente si no se alcanzan acuerdos en los próximos días, impactando no solo a EE.UU., sino a la economía mundial.