Los padres deben inculcar a sus hijos la responsabilidad financiera y mostrarles que hay prioridades que van más allá de los gastos puramente recreativos.
- No es cuestión de suerte, es responsabilidad
La importancia de que los niños comprendan desde pequeños que el dinero se gana trabajando y que, para mantenerlo, es crucial hacer buenas inversiones. Es esencial enseñarles a utilizar el dinero en lo que realmente importa. - Hablar abiertamente sobre el dinero
Para lograr una buena educación financiera, es importante tener conversaciones abiertas sobre temas de dinero. Se recomienda enseñar a los niños sobre el uso de los cajeros automáticos, así como explicarles qué son los gastos, ingresos y deudas, cómo ahorrar y la importancia de pagar a tiempo. - Recompensar el ahorro
Otra clave es motivar a los niños a ahorrar, mostrándoles los beneficios a través de pequeños «premios». Establecer metas de ahorro a corto, mediano y largo plazo puede ser una excelente manera de enseñarles: desde comprar un juguete, hasta un ordenador o incluso planear un viaje.
- Ser un buen ejemplo
Es fundamental que los padres sean un reflejo de lo que enseñan a sus hijos. Si los niños ven que sus padres gastan de manera irresponsable o adquieren cosas innecesarias, copiarán esos hábitos. Es recomendable involucrarlos en la planificación del presupuesto familiar y enseñarles a crear su propio presupuesto personal de manera gradual. - Educar jugando
El juego puede ser una herramienta poderosa en la educación financiera. Existen juegos de mesa, como ‘Itan Wix’, diseñados específicamente para enseñar a los niños sobre la administración de un hogar, premiando hábitos responsables de consumo y ahorro. - Abrir una cuenta de ahorro
Finalmente, abrir una cuenta de ahorro a los niños es una excelente opción que muchos bancos ofrecen. Inculcar estos hábitos desde una edad temprana contribuye a que los niños se conviertan en adultos financieramente responsables.